Creso, rey de Lidia, en el Asia Menor, fue el hombre más rico de la Antigüedad y a él se atribuyeron la invención de las monedas de oro. Creso fue capturado por los soldados del rey persa Ciro el Grande, que lo condenó a la hoguera. Mientras llegaba la hora de la ejecución, el reo se lamentaba e invocaba a Solón. Ciro lo oyó y acudió a preguntarle por qué nombraba a Solón. Creso le respondió que ahora entendía los consejos que le había dado el sabio ateniense. Muchos años atrás cuandoCreso vivía la mejor época de su vida, Solón le advirtió que la verdadera riqueza estaba en la felicidad. Ciro, conmovido, decidió perdonarle la vida.
Creso en la hoguera |
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