Clístenes fue el inventor del ostracismo. La ciudadanía de Atenas se reunía y cada individuo anotaba en un trozo de cerámica (ostrakón), recogido en cualquier parte, el nombre del ciudadano que debía ser apartado de la ciudad por su comportamiento antidemocrático.
Ostrakones |
Si alguien obtenía un mínimo de seis mil votos, debía abandonar Ática en diez días y permanecer exiliado al menos diez años. Transcurrido el plazo legal, podía regresar. En una de las votaciones, el propio Clístenes fue condenado al ostracismo.
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