y que es insensible a la dulce armonía de los acordes,
cae fácilmente en la traición, en el robo y en la perfidia.
La agitación de los sentidos es oscura como la noche,
sus pensamientos son sombríos como el Averno.
¡Desconfía de quien así sea! ¡Escucha la música!
William Shakespeare, El mercader de Venecia.
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