Después del Muro
La reconstrucción del mundo después de 1989
Traducción de Efrén del Valle y María Luisa Rodríguez
Taurus
Barcelona
2021
896 págs.
Hace treinta años de un buen número de acontecimientos que trastocaron el mundo tal y como lo habíamos conocido hasta ese momento. La fractura del orden bipolar que había caracterizado a la comunidad internacional desde el final de la Segunda Guerra Mundial iniciaba una reconfiguración en la que, todavía, está inmersa. El título de la obra que acaba de aparecer, cuya autora es Kristina Spohr define claramente un proceso inacabado que presenta enormes desafíos e interrogantes. Hay que recordar la absoluta sorpresa que significó un acontecimiento para el que los líderes internacionales no estaban preparados y que se produjo de forma abrupta. Mientras la OTAN realizaba juegos de simulación, como el Wintex 89, que presentaba un escenario de prolongado conflicto bipolar que acabase detonando en algún Estado como la propia Alemania, el Muro de Berlín se desmoronaba de un día para otro durante la noche del 9 de noviembre de 1989. El desenlace producido entre esta fecha y el final del año 1991, con la disolución de la Unión Soviética, fulminó un orden internacional que parecía duradero y estable. Frente a la sorpresa y la falta de previsión ante unos acontecimientos inesperados, fueron los liderazgos individuales y la capacidad de negociación diplomática los responsables de la reconstrucción de un nuevo escenario mundial. La tesis central de la autora refuerza la idea motriz del ensayo: la cautela de los líderes políticos protagonistas suplió a la inexistente hoja de ruta; la gestión de los acontecimientos y el objetivo esencial de estabilidad se fundamentó en la adaptación de los principios y de las instituciones que habían logrado evitar la confrontación directa entre los actores de la Guerra Fría. El triángulo diplomático formado por George Bush, Mijaíl Gorbachov y Helmut Kohl y, en menor medida, los cada vez más marginales Margaret Thatcher y François Mitterrand, fue complementado por el protagonismo de una China cada vez más pujante con el liderazgo de Den Xiaoping. La cooperación entre potencias antagónicas, el respeto a la legalidad internacional y la aparición del concepto de seguridad global -no sólo a la seguridad regional- se concretaron en torno a la invasión de Kuwait y la intervención en Iraq, al amparo del Consejo de Seguridad. Sin embargo, la desaparición de la Unión Soviética abrió el período unipolar de Estados Unidos, a pesar de los intentos de integración de Rusia y de China en las instituciones internacionales y en el multilateralismo. Los fallos del diseño improvisado del nuevo orden internacional han quedado de manifiesto treinta años después: aparición de regímenes autoritarios, el ascenso del populismo, la proliferación de los conflictos enquistados, y la ineficacia de algunas organizaciones internacionales claramente esclerotizadas. El uso de fuentes documentales hasta ahora clasificadas enriquece notablemente este brillante trabajo.
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