En el verano de 1933 tuvo lugar un crucero formativo por el Mediterráneo organizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid en el que participaron cerca de 190 personas, la gran mayoría alumnos de la Facultad. Entre ellos estaba Antonio Rodríguez Huéscar. Una de las numerosas actividades educativas que se realizó fue la redacción de un diario de viaje. Al regreso, además de una exposición y premios para las mejores fotografías, se organizó un concurso en el que fueron premiados los diarios de Carlos Alonso del Real, Julián Marías y Manuel Granell, que total o fragmentariamente fueron publicados al año siguiente por Espasa Calpe en un volumen titulado Juventud en el mundo antiguo (1934). Años después se han publicado diarios de otros participantes (El sueño de una generación, 1996) y ha aparecido íntegro el de Julián Marías (Notas de un viaje a Oriente, 2011). Parecía que el diario de Rodríguez Huéscar se había perdido en la Guerra Civil; sin embargo, se ha encontrado entre los papeles del filósofo depositados por la familia en la Universidad Complutense de Madrid. El texto es interesante por ser testimonio de una aventura que marcó a una promoción de estudiantes, muchos de los cuales dejarían huella en la historia intelectual de España y por su mismo contenido, por su estilo elegante y por la peculiar belleza de sus descripciones, que descubren curiosamente, más que al filósofo, al pintor que Huéscar llevaba dentro. Hoy se ha publicado la obra Impresiones de un viaje universitario en edición propia de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. El texto es la transcripción y edición literaria del manuscrito encontrado entre sus papeles a cargo de Juan Padilla -director del portal del filósofo manchego, así como de los portales de Pedro Laín Entralgo y Julián Marías.
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