Mecenas, amigo y consejero de Octavio Augusto, presenciaba un juicio presidido por el emperador, que quiso condenar al reo injustamente. Mecenas le envió una tablilla con la frase: "Levántate, verdugo", y el juicio fue suspendido hasta el día siguiente. Más tranquilo, Octavio absolvió al inocente.
Mecenas en el jardín de su mansión del Esquilino Detalle de un óleo por C.F. Jalabert. Siglo XIX. Museo de Bellas Artes, Nimes, Francia |
No hay comentarios:
Publicar un comentario