En sus últimos días, Demócrito decidió prescindir del alimento cotidiano para no prolongar más su vejez y alcanzar la eutanasia ("buena muerte"), es decir, una muerte sin sufrimiento.
Démocrite méditant sur le siège de l'âme (Democritus meditando sobre el alma, 1868). Estatua en bronce por Léon-Alexandre Delhomme (1841-1895). Museo de Bellas Artes de Lyon |
Pero se acercaban las Tesmoforias, las fiestas dedicadas a la diosa Ceres, y su hermana y las mujeres de su casa le suplicaronque no muriera durante esos días para que ellas pudieran celebrarlas a gusto.
Demócrito accedió, y ordenó que le sirviesen panes calientes, pero no los comió sino que le bastó con olerlos para resistir durante los tres días festivos. Otra versión afirma que no fueron panes, sino un cuenco con miel. Tras la festividad, sus discípulos retiraron los panes y el anciano pudo cumplir su deseo.
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