Aunque los inicios de Luis Gordillo se remontan a su etapa informalista, hay que tener en cuenta que el artista abandonó muy pronto esa línea de trabajo para sumergirse en una interpretación personal interpretación de la posibilidad de conjugar abstracción y lenguaje figurativo.
Mostrando especial interés por la obra de Bacon, Hockney y Kitaj, así como por el pop art en general, Gordillo evolucionó hacia unas soluciones en las que, desde el punto de vista técnico, empleó las tintas plásticas y los sistemas basados en la serigrafía y en la fotoimpresión de la tela.
La nieve negra (1987). Acrílico. Colección particular, Madrid |
La pintura de Gordillo se caracteriza por el reiterado empleo de gamas cromáticas frías que, sin embargo, contrastan con la expresividad de sus imágenes. Este artista trabajaba en Madrid y su obra desencadenó un auténtico interés por parte de los más jóvenes, llegándose a hablar de del "gordillismo" para aludir al lenguaje creado por él.
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