Ema Wolf nació el 4 de mayo de 1948 en Carapachay, un barrio de los alrededores de la ciudad de Buenos Aires.
Cursó la escuela media en la Capital Federal y se licenció en Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1974 realizó investigaciones sobre la estética del kitsch en la narrativa popular y en los medios masivos de comunicación para el Instituto de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofía y Letras, trabajo que completó con un curso dictado en la Universidad de Bahía Blanca y una publicación sobre la novela de folletín para el Centro Editor de América Latina.
A partir de 1975 trabajó en forma continuada como redactora en distintos medios periodísticos y house organs. En 1977 realizó investigaciones para el libro Ortiz, la Argentina opulenta, de Félix Luna.
Al mismo tiempo, casi como hobby, comenzó a escribir historias para niños. Las primeras aparecieron en la revista Anteojito en el verano de 1975-76.
En la década de 1980, a partir de su vinculación con la revista Humi (Humor infantil), se volcó al campo de las lecturas para los niños. Desde entonces no ha cesado de participar en él, principalmente como autora de ficción.
Su primer libro de historias, Barbanegra y los buñuelos, fue publicado por la editorial Kapelusz en 1984. Éste y todos sus trabajos posteriores están hoy en circulación aunque no necesariamente en su sello original. Eso significa más de cuarenta títulos propios y numerosos cuentos -el género que más ha frecuentado- incluidos en antologías.
La literatura de Ema Wolf renuncia a toda pretensión didáctica y recupera el placer como la motivación principal del acto de leer. El humor, casi surrealista, es un rasgo constante en sus trabajos.
Es usual encontrar sus historias de ficción y sus opiniones reproducidas en revistas especializadas, suplementos culturales, textos escolares, revistas para adultos y niños, y publicaciones institucionales de la Argentina y el extranjero vinculadas con la infancia. Entre 1996 y 2001 colaboró con una columna para adultos en el suplemento dominical del diario La Nación. También publicó dos cuentos para adultos en el Suplemento de Verano del diario Página 12.
Participó en la fundación de ALIJA (Sección Argentina del IBBY) e integró la redacción inicial de la revista La Mancha - Papeles de Literatura Infantil y Juvenil. Regularmente participa como jurado en concursos de literatura, visita escuelas promoviendo la lectura y dando conferencias en su país y en el exterior.
Varios de sus libros han sido traducidos. Sus editores actuales en la Argentina son Aique-Larousse, Alfaguara, Colihue, Norma y Sudamericana-Random House.
Cursó la escuela media en la Capital Federal y se licenció en Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1974 realizó investigaciones sobre la estética del kitsch en la narrativa popular y en los medios masivos de comunicación para el Instituto de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofía y Letras, trabajo que completó con un curso dictado en la Universidad de Bahía Blanca y una publicación sobre la novela de folletín para el Centro Editor de América Latina.
A partir de 1975 trabajó en forma continuada como redactora en distintos medios periodísticos y house organs. En 1977 realizó investigaciones para el libro Ortiz, la Argentina opulenta, de Félix Luna.
Al mismo tiempo, casi como hobby, comenzó a escribir historias para niños. Las primeras aparecieron en la revista Anteojito en el verano de 1975-76.
En la década de 1980, a partir de su vinculación con la revista Humi (Humor infantil), se volcó al campo de las lecturas para los niños. Desde entonces no ha cesado de participar en él, principalmente como autora de ficción.
Su primer libro de historias, Barbanegra y los buñuelos, fue publicado por la editorial Kapelusz en 1984. Éste y todos sus trabajos posteriores están hoy en circulación aunque no necesariamente en su sello original. Eso significa más de cuarenta títulos propios y numerosos cuentos -el género que más ha frecuentado- incluidos en antologías.
La literatura de Ema Wolf renuncia a toda pretensión didáctica y recupera el placer como la motivación principal del acto de leer. El humor, casi surrealista, es un rasgo constante en sus trabajos.
Es usual encontrar sus historias de ficción y sus opiniones reproducidas en revistas especializadas, suplementos culturales, textos escolares, revistas para adultos y niños, y publicaciones institucionales de la Argentina y el extranjero vinculadas con la infancia. Entre 1996 y 2001 colaboró con una columna para adultos en el suplemento dominical del diario La Nación. También publicó dos cuentos para adultos en el Suplemento de Verano del diario Página 12.
Participó en la fundación de ALIJA (Sección Argentina del IBBY) e integró la redacción inicial de la revista La Mancha - Papeles de Literatura Infantil y Juvenil. Regularmente participa como jurado en concursos de literatura, visita escuelas promoviendo la lectura y dando conferencias en su país y en el exterior.
Varios de sus libros han sido traducidos. Sus editores actuales en la Argentina son Aique-Larousse, Alfaguara, Colihue, Norma y Sudamericana-Random House.
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