miércoles, marzo 18, 2020

Antigua Roma: Vida de excesos (XXXVII)

Cayo César Augusto Germánico fue conocido por todo el mundo por el nombre de Calígula desde su más tierna infancia. El apodo le vino porque su padre lo presentó a las tropas vestido con uniforme y unas caligulae, "botitas". 
Su bella hermana Drusila solía acostarse con él cuando era un niño. Con el paso de los años, Calígula mantenía relaciones sexuales con ella, con sus otras dos hermanas y con numerosos muchachos. 
Busto de mujer atribuido a Julia Drusila
Drusila murió con la salud minada por los excesos a que su hermano la sometía. Calígula suspendió todos los actos públicos y familiares mientras duró el luto e impuso la pena de muerte para se rieran, se bañaran o se sentaran a comer en familia. 
En medio de un banquete, Calígula le arrebató la esposa al patricio Pisón y se la llevó consigo.
Obligó a que las damas romanas se prostituyeran a precio rebajado en los burdeles para que los mendigos y los indeseables se acostaran con ellas.
Impuso que los padres estuvieran presentes en las ejecuciones de sus hijos. Muchos jóvenes fueron asesinados por orden suya cuando se negaron a acostarse con él. 
Muchas veces se vestía como Afrodita, se maquillaba como una prostituta y salía a ofrecerse a efebos por las calles de Roma.
Sus banquetes solía amenizarse con torturas y decapitaciones. En una ocasión, Calígula sorprendió a un esclavo que intentaba robar un objeto de plata. Hizo que le cortaran la mano, la ensartó en una cadena que le colgó al cuello y luego lo paseó ante sus invitados. 
Según sus propias palabras, le hubiera gustado que Roma fuera una mujer para decapitarla de un tajo y violarla mientras la sangre manaba de la herida. 

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