El general Marcelo se dirigió a Sicilia para conquistar Siracusa, donde tuvieron que enfrentarse a las máquinas ideadas por Arquímedes. Tras tres años de guerra, Marcelo tomó Siracusa y permitió que sus tropas la saquearan, aunque ordenó que no mataran a Arquímedes. Un legionario entró en el jardín del sabio y lo encontró sumido en el estudio de unas figuras geométricas trazadas en la arena. Arquímedes que no se había enterado de lo ocurrido en la ciudad, gritó "¡No me pises las figuras!". El legionario que no conocía a Arquímedes, lo atravesó con su espada.
Cicerón y los magistrados descubriendo la tumba de Arquímedes en Siracusa, de Benjamin West (1797). Colección privada |
No hay comentarios:
Publicar un comentario