Los antiguos egipcios no sólo embalsamaban personas sino también a algunos animales, sobre todo gatos. Las momias de los animales domésticos eran conservadas con el mismo es mero que la de sus amos y colocadas en su tumba para que les hiciera compañía en la otra vida.
Los egipcios veían en el gato la encarnación de la diosa Bastet, protectora del hogar y de la familia, por lo que le rendían un culto especial |
También se han encontrado cadáveres embalsamados de musarañas, cocodrilos, serpientes, leones, halcones, bueyes, perros, hienas, toros, monos, peces, ibis y muchísimos otros animales que eran ofrecidos a los dioses o pertenecían al panteón sagrado. En total se calcula que más de 700 millones de animales fueron momificados en el Antiguo Egipto.
Por ejemplo, en unas excavaciones llevadas a cabo en la antigua necrópolis de Jmun, Hermópolis Magna (Tuna-el-Gebel), en 2002, se descubrieron cuatro millones de ibis-el pájaro sagrado del dios Tot-, momificados, aunque los arqueólogos creían que esta cifra se habría duplicado cuando concluyeran los trabajos.
Un fardo artesonado de lino contiene en su interior un ibis |
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