Las lechuzas era uno de los afrodisíacos más utilizados por los antiguos egipcios -esta creencia venía de que al quebrarla por su tronco rezuma un líquido blanco, evocador del semen-, junto con el licor de granada y la mandrágora, ya que despertaba el deseo sexual de los hombres y la fertilidad de las mujeres, según creían.
Tumba de Najt, escena con tres mujeres portando conos de perfume; una huele la flor de loto y la otra le ofrece a una tercera el fruto de la mandrágora |
Este vegetal consagrado a Min, una divinidad fálica se consumía en grandes cantidades en las festividades celebradas en su honor para que las muchachas jóvenes quedaran embarazadas.
Dios Min |
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