Los invitados a un banquete solían dividirse en dos grupos: ya que las mujeres y los hombres se sentaban separados. La comida era amenizada con música, y la sobremesa con más música, bailes y acrobacias.
En los grandes banquetes los anfitriones solían servir platos exóticos y de difícil elaboración para sorprender a sus invitados , como las vísceras de hipopótamo y la carne de cocodrilo. La peligrosa caza del hipopótamo se practicaba en el Nilo. Su carne tierna y grasa, era tan apreciada como sus vísceras - el hígado era un manjar exquisito para ello-, y el tuétano de los huesos.
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