Sófocles, que mantenía una amistosa rivalidad con su colega Eurípides, era criticado porque sus personajes masculinos eran demasiado perfectos heroicos y virtuosos, hasta el punto de que los espectadores creían que era imposible imitarlos. En una ocasión, harto de los ataques, respondió: "Yo los pinto como tendrían que ser, no como son; para eso está Eurípides".
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| Máscaras de teatro de tragedia y comedia. Mosaico, arte romano, siglo II |
Sófocles se quejó una vez de que la composición de tres versos le había llegado a costar, en algunos casos, hasta tres días de trabajo. Alcesto, un poeta joven, que no llegó a triunfar, le contestó que él había escrito trescientos versos en ese mismo tiempo. El genial dramaturgo replicó: "Lo creo. Pero los tuyos sólo durarán tres días, en tanto los míos serán eternos".
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