Durante su visita a Egipto, los sacerdotes sometieron a Tales a una difícil prueba. El reto consistía en averiguar la altura de la pirámide de Keops. Tales se tendió en el suelo, marcó la longitud de su estatura con dos estacas y, cuando observó que su sombra era igual a la distancia marcada en el suelo, midió la sombra que proyectaba la famosa pirámide.
A continuación, dijo a los sacerdotes: "Ahora que mi sombra y mi estatura son iguales en longitud la sombra de la pirámide coincide con su altura.
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