Donde el silencio se bifurca es la nueva novela del escritor mexicano Gerardo Piña, editada por Periférica.
La narración avanza a través de un inquietante monólogo en el que el lector distingue a duras penas entre realidad y fantasía.
La perturbadora voz que da forma a esta obra repasa algunos de los males de nuestro tiempo y reflexiona sobre la muerte, la soledad, la moralidad y la escurridiza frontera entre el bien y el mal.
Una voz que nos plantea preguntas de difícil respuesta: “¿Es la violencia el inicio de su propia reproducción o el motivo para terminar con ella?”.
«Pronto voy a morir.» Así comienza esta novela perturbadora y exigente, un largo monólogo (¿desde el limbo?) entre la realidad y la irrealidad. Angustia, opresión y miedo son palabras esenciales en el relato de un hombre que piensa el mundo: desde la enfermedad a los males de nuestro tiempo. Lección moral, y de lucidez, en medio de la consumación, el hombre que nos habla en este relato ejemplar podría ser personaje de un renacido Thomas Bernhard o del mismísimo Dante (del limbo a las puertas del infierno). Un país dividido por la guerra, una joven periodista torturada y asesinada, hambre y desolación... El Apocalipsis no está tan lejos, y de cuando en cuando aparece a la vuelta de la esquina. «Es posible que la antesala de la muerte sea la propia muerte.» Desde El asco, de Horacio Castellanos Moya, pocos «exabruptos» a la altura de éste nos ha ofrecido la literatura en español.
«Debes contar tu historia antes de que sea demasiado tarde. Todos tienen que hacerlo. Pero ¿quién quiere escuchar a todos? O mejor dicho: si todos cuentan su historia, ¿quién va a escuchar? Necesitamos que unos aprendan a no decir por un momento para que otros se esfuercen en decir algo significativo.»
«Pronto voy a morir.» Así comienza esta novela perturbadora y exigente, un largo monólogo (¿desde el limbo?) entre la realidad y la irrealidad. Angustia, opresión y miedo son palabras esenciales en el relato de un hombre que piensa el mundo: desde la enfermedad a los males de nuestro tiempo. Lección moral, y de lucidez, en medio de la consumación, el hombre que nos habla en este relato ejemplar podría ser personaje de un renacido Thomas Bernhard o del mismísimo Dante (del limbo a las puertas del infierno). Un país dividido por la guerra, una joven periodista torturada y asesinada, hambre y desolación... El Apocalipsis no está tan lejos, y de cuando en cuando aparece a la vuelta de la esquina. «Es posible que la antesala de la muerte sea la propia muerte.» Desde El asco, de Horacio Castellanos Moya, pocos «exabruptos» a la altura de éste nos ha ofrecido la literatura en español.
«Debes contar tu historia antes de que sea demasiado tarde. Todos tienen que hacerlo. Pero ¿quién quiere escuchar a todos? O mejor dicho: si todos cuentan su historia, ¿quién va a escuchar? Necesitamos que unos aprendan a no decir por un momento para que otros se esfuercen en decir algo significativo.»
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