Los Estados Unidos de Europa han comenzado
La Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Discursos y alocuciones 1952-1954
Encuentro
Madrid
144 págs.
Prólogo de Jaime Mayor Oreja.
A 50 años de la entrada en vigor del Tratado de Roma y a 25 del Tratado de Maastricht, se publica por primera vez en español esta obra de uno de los fundadores de la Unión Europea, Jean Monet.
Los europeos se preguntan por la forma que adoptará Europa, esa Europa que desean o temen pero que no dudan será su destino. Los Estados Unidos de Europa, nacidos de una proposición francesa, aceptada por otros cinco países, a comienzos de 1950, se hacen realidad. Desde ese día, los acontecimientos avanzan con la fuerza de las revoluciones al comienzo, fuerza tranquila y ordenada que se puede controlar pero no detener. Ese control está asegurado por la existencia de las primeras instituciones democráticas a las que los europeos han confiado su destino común, y en particular por los representantes de los parlamentos de los seis países reunidos en el seno de una Asamblea Común. Jean Monnet, primer presidente de la Alta Autoridad de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, el hombre al que se ha llamado Monsieur Europe, aporta aquí el testimonio vivo de esta realidad en construcción, al mismo tiempo que un mensaje que abre el camino a los europeos decididos a vivir al ritmo de su tiempo.
200 págs.
Prólogo de Otto de Habsburgo
Tras un primer llamamiento a la unidad de Europa en Octubre de 1922, Coudenhove-Kalergi propuso en 1923 el primer proyecto moderno de una Europa unida, expuesto en su libro Pan-Europa.
Esta obra profética sigue fascinando por su actualidad. Según Coudenhove-Kalergi Europa es heredera de un rico pasado y debe estar unida para sobrevivir, aunque preservando las particularidades de todos sus pueblos. El rechazo a todo prejuicio nacionalista, la defensa de la libertad y la consolidación de la paz son, junto con la reconciliación de Francia y Alemania, los pilares de la unidad europea.
Traducido a numerosos idiomas, este llamamiento tuvo un gran eco en medios intelectuales y políticos: en él se pasa revista a las causas de las crisis europeas, se esbozan soluciones concretas y, sobre todo, la unión de Europa aparece como algo plausible y deseable y no como una lejana utopía. Además interroga sobre la cuestión fundamental de la dimensión espiritual e intelectual de la unión del viejo continente.
El aristócrata austriaco Richard N. Coudenhove-Kalergi, de padre austrohúngaro y madre japonesa, nació el 17 de noviembre de 1894 en Tokio. Pasó su infancia en Bohemia, en un entorno cosmopolita. Estudió con las Teresianas y posteriormente en la Universidad de Viena, donde obtuvo su doctorado en 1917. Tras la publicación de varios artículos en favor de la integración europea, en 1923 obtuvo un gran éxito en los medios políticos e intelectuales con la publicación de Paneuropa, que representa el inicio del movimiento europeo. En 1926 organizó en Viena el Primer Congreso Paneuropeo, movimiento al que se unirían una larga lista de intelectuales como Thomas Mann, Freud, Rilke, Unamuno, Madariaga y Ortega y Gasset. En la política, sus ideas influyeron en Konrad Adenauer, Robert Schuman, Alcide De Gasperi, y muy especialmente en Aristide Briand, Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, que habría de proponer a la Sociedad de Naciones la creación de una federación denominada Unión Europea, en septiembre de 1929. Tras la anexión de Austria por la Alemania Nazi, Coudenhove-Kalergi huyó a Francia y luego a Estados Unidos en 1940, donde enseñó en la Universidad de Nueva York y continuó su labor a favor de la unión europea. De nuevo en Europa, fundó en 1947 la Unión Parlamentaria Europea, que jugaría un papel fundamental en la creación del Consejo de Europa. En 1950 fue el primero en recibir el Premio Carlomagno.
Pan-Europa
Richard N. Coudenhove-Kalergi200 págs.
Prólogo de Otto de Habsburgo
Tras un primer llamamiento a la unidad de Europa en Octubre de 1922, Coudenhove-Kalergi propuso en 1923 el primer proyecto moderno de una Europa unida, expuesto en su libro Pan-Europa.
Esta obra profética sigue fascinando por su actualidad. Según Coudenhove-Kalergi Europa es heredera de un rico pasado y debe estar unida para sobrevivir, aunque preservando las particularidades de todos sus pueblos. El rechazo a todo prejuicio nacionalista, la defensa de la libertad y la consolidación de la paz son, junto con la reconciliación de Francia y Alemania, los pilares de la unidad europea.
Traducido a numerosos idiomas, este llamamiento tuvo un gran eco en medios intelectuales y políticos: en él se pasa revista a las causas de las crisis europeas, se esbozan soluciones concretas y, sobre todo, la unión de Europa aparece como algo plausible y deseable y no como una lejana utopía. Además interroga sobre la cuestión fundamental de la dimensión espiritual e intelectual de la unión del viejo continente.
El aristócrata austriaco Richard N. Coudenhove-Kalergi, de padre austrohúngaro y madre japonesa, nació el 17 de noviembre de 1894 en Tokio. Pasó su infancia en Bohemia, en un entorno cosmopolita. Estudió con las Teresianas y posteriormente en la Universidad de Viena, donde obtuvo su doctorado en 1917. Tras la publicación de varios artículos en favor de la integración europea, en 1923 obtuvo un gran éxito en los medios políticos e intelectuales con la publicación de Paneuropa, que representa el inicio del movimiento europeo. En 1926 organizó en Viena el Primer Congreso Paneuropeo, movimiento al que se unirían una larga lista de intelectuales como Thomas Mann, Freud, Rilke, Unamuno, Madariaga y Ortega y Gasset. En la política, sus ideas influyeron en Konrad Adenauer, Robert Schuman, Alcide De Gasperi, y muy especialmente en Aristide Briand, Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, que habría de proponer a la Sociedad de Naciones la creación de una federación denominada Unión Europea, en septiembre de 1929. Tras la anexión de Austria por la Alemania Nazi, Coudenhove-Kalergi huyó a Francia y luego a Estados Unidos en 1940, donde enseñó en la Universidad de Nueva York y continuó su labor a favor de la unión europea. De nuevo en Europa, fundó en 1947 la Unión Parlamentaria Europea, que jugaría un papel fundamental en la creación del Consejo de Europa. En 1950 fue el primero en recibir el Premio Carlomagno.
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