Pues nada menos que la emperatriz Josefina, primera esposa de Napoleón Bonaparte.
Hija de un oficial de la Armada francesa, nació en La Martínica en 1763 y se instaló en París en 1779. Tras enviudar del vizconde Alexander de Beauharnais, contrajo matrimonio con Napoleón en 1796.
Este nunca prestó atención a los rumores sobre la conducta disipada de su esposa y sólo la imposibilidad de que ésta le diera un heredero le llevó, en 1809, a disolver el matrimonio. Josefina generosamente recompensada se retiró a la Malmaison, donde murió en 1814, cuando los españoles ya había corrido a gorrazos a los ejércitos de su ex marido.
Hija de un oficial de la Armada francesa, nació en La Martínica en 1763 y se instaló en París en 1779. Tras enviudar del vizconde Alexander de Beauharnais, contrajo matrimonio con Napoleón en 1796.
Este nunca prestó atención a los rumores sobre la conducta disipada de su esposa y sólo la imposibilidad de que ésta le diera un heredero le llevó, en 1809, a disolver el matrimonio. Josefina generosamente recompensada se retiró a la Malmaison, donde murió en 1814, cuando los españoles ya había corrido a gorrazos a los ejércitos de su ex marido.
Por parte de su hija Hortensia, fue abuela de Napoleón III y por la de su hijo, bisabuela de los más recientes reyes y reinas de Dinamarca y Suecia. Las familias reales de Bélgica, Grecia, Luxemburgo y Noruega también descienden de Josefina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario